1,000 DÍAS SIN ALCOHOL.

¡Hello STRANGER! 

En este artículo quiero compartir algo muy personal que, sin duda, ha transformado mi vida, mi forma de ver las cosas y, sobre todo, me ha llevado a un nivel de madurez que nunca imaginé alcanzar.

En muchas ocasiones de mi vida, me planteaba la idea de cómo dar un cambio radical a la vida y los beneficios que esto podría tener. Esto es exactamente lo que hice hace 1,000 días, cuando dejé el alcohol y el tabaco. No ha sido fácil, pero ha sido el reto más complejo y divertido que he enfrentado hasta ahora, y justo por eso, quiero compartirte mi experiencia y pensamientos a través de este proceso.

La verdad es que nunca me había planteado seriamente la idea de dejar el alcohol porque, en mi vida, era algo completamente normalizado.

En mi familia, el consumo de alcohol no está mal visto, ya que es parte de reuniones, festejos y convivencia en general. Como sociedad, solemos asociar el alcohol con diversión, celebración e, incluso, conexión emocional. Por eso, nunca sentí que fuera algo de lo que “necesitara alejarme.” Pero ahora, desde la distancia, puedo ver cuánto impacto tenía en mi vida.

 Siempre me consideré una persona introvertida, pero cuando el alcohol llegó a mi vida, todo cambió. Me convertí en alguien totalmente extrovertido, podía hacerme amigo de personas al azar y hasta irme de fiesta con desconocidos en un OXXO. (Mi amigo "CHINO" es prueba de ello, y esa historia aún es parte de nuestras anécdotas).

Pero detrás de todas esas historias divertidas y esas noches aparentemente memorables, había algo que no cuadraba,  no era yo mismo al 100%.  Ahora que analizo todo con más claridad, me doy cuenta de que ese "yo" no era realmente yo (por más extraño que suene). Estaba actuando desde un lugar que no correspondía al 100% con quien soy. Simplemente, era un reflejo de lo que mi círculo social y la fiesta esperaban de mí…  ser el divertido, el que hace chistes, el que tiene aguante y tiene anecdotas chistosas.

No satanizo para nada el uso del alcohol, creo que cada quien tiene una relación distinta con él y que puede ser controlado. Pero, en mi caso, no me estaba haciendo bien. Me estaba alejando de mí, de mis objetivos y de mi forma de ser REAL.

Muchas veces, bajo el efecto del alcohol, puedes llegar a convertirte en el  “alma de la fiesta” y esa dopamina falsa realmente altera la química de tu cerebro, dándote una sensación de que todo está bien, de que eres alguien “cool”. Pero cuando reflexioné sobre este comportamiento, me di cuenta de que las conexiones que generaba no eran del todo genuinas. No estaba conectando con situaciones ni con personas que realmente me aportaran algo (no estoy generalizando… pero ese era un patrón que notaba).

Dejar el alcohol no solo me ayudó a descubrir quién soy realmente, sino también a replantearme qué quiero en mi vida. Este recorrido no ha sido sencillo. He enfrentado muchísimas fiestas, graduaciones, bodas y reuniones donde todos quieren convencerte de tomar “aunque sea un shot”. Para alguien que está en este proceso, esas situaciones pueden ser incómodas. Pero con el tiempo, las superas (y puedo decir con orgullo que esa etapa está más que superada).

Algo que me intrigó mucho fue analizar las reacciones de las personas a mi alrededor cuando se enteraban de mi decisión. Recibí todo tipo de comentarios, como:

• "Antes eras más divertido."

• "Me caías mejor cuando tomabas."

• "Eres como un señor aburrido."

  
  

Aunque al principio esos comentarios lastiman y te hacen dudar —“¿Realmente era más interesante antes?”, “¿Será que ya no encajo en mi círculo social?”—, con el tiempo aprendes que esos comentarios hablan más de quienes los hacen que de ti mismo. La gente opina desde su propio contexto, y eso no significa que su visión sea la correcta (al menos no para mí).

Claro que no todo ha sido negativo. También he recibido comentarios positivos. Pero, siendo honesto, los que realmente me llevaron a un nivel más profundo de análisis y autocrítica fueron los "negativos". Me hicieron cuestionarme, crecer y tener un entendimiento más claro de quién quiero ser. Así que, agradezco todo tipo de comentarios. 

Antes de tomar esta decisión, vivía en un ciclo extraño, entre semana me sentía espectacular, lograba avanzar en mis proyectos y metas, pero llegaba el fin de semana y, después de las fiestas, perdía todo el progreso en cuestión de energía. Los lunes sentía que tenía que empezar desde cero.

Era como un loop infinito en el que repites los patrones y las emociones constantemente. Al dejar el alcohol, rompí ese ciclo. Fue un cambio radical de 360 grados, uno que me permitió analizar mi vida desde otra perspectiva. Me di cuenta de que muchas cosas que hacía no eran porque yo realmente quisiera, sino porque me dejaba llevar por las expectativas de los demás.

Ahora puedo decir que vivir la vida con esta libertad y sensación de bienestar es incomparable. Pasar del placer momentáneo de unas horas de fiesta a un bienestar 24/7 no tiene comparación. Despertar sin cruda física y moral, no tiene precio. Recordar todo lo que dices en una fiesta y saber que mantienes el control de ti mismo por completo, es increíble.

Hoy, más de 1,000 días después de TOMAR esa decisión, puedo decir que el control de mi vida es completamente MÍOOOO. Dejé de vivir bajo las expectativas de los demás, dejé de buscar validación externa y empecé a descubrir quién soy realmente. Ahora me siento más vivo que nunca, lleno de energía y completamente en sintonía conmigo mismo.

Dejar el alcohol y el tabaco no se trata de "dejar algo", sino de ganar. Ganar claridad, ganar confianza, y ganar la libertad de vivir alineado con lo que quieres  y lo que eres.

Si algo he aprendido en este recorrido es que el cambio real viene cuando tomas decisiones desde el corazón y no desde el ruido exterior. ¿Es fácil? ¡NOOOOO! Pero, como cualquier reto, la recompensa vale la pena (te lo prometo).

Si alguna vez has sentido que algo no encaja o que el “loop” de tu vida no tiene salida, tal vez sea momento de cambiar tus acciones, tu círculo social y tus pensamientos. La vida no se trata de ser el más divertido en la fiesta, sino de construir una versión de ti que te haga sentir pleno todos los días.

¡DE NUEVO, MUCHAS GRACIAS POR LEERME! ¡TE TQM, STRANGER!